Antiguamente, nuestros mayores, practicaban cada día el juego de los bolos en la plaza principal del pueblo, dicho juego consiste, en sujetar pequeños palos de madera con barro humedo sobre una piedra lisa, después el hombre o mozo que precise el turno, se coloca, y sosteniendo una bola de madera con forma de barril en sus manos, la suelta con todas sus fuerzas, lanzando los palos de madera lo mas lejos posible, se ponía un límite, y cuantos más bolos pasaran dicho límite, mas puntuación se obtendría.
Desgraciadamente esta tradición cada vez se practica menos, y es una pena que se esté perdiendo, aunque los jóvenes sigamos fomentandolo.
Desgraciadamente esta tradición cada vez se practica menos, y es una pena que se esté perdiendo, aunque los jóvenes sigamos fomentandolo.